Navidad Occidental

Cuando pensamos en la Navidad, seguramente pasan por nuestra mente todas esas luces y decoraciones con las que adornamos nuestras casas y la ciudad, así como en el delicioso aroma de la cena del 24 de diciembre, o de la comida del 25. También pensaremos en la ilusión de los pequeños al abrir sus regalos, y en la calidez de pasar tiempo con nuestra familia y seres queridos. 

Hemos de saber que esta celebración de origen cristiano no es una tradición exclusiva de nuestro país, sino que se ha extendido por todo el mundo y ha sido adoptada por muchos países. Y cómo no, si representa uno de los momentos favoritos del año.  Pero ciertamente, la Navidad es diferente para cada país; si bien hay muchos elementos que compartimos, también encontramos diferentes tradiciones e incluso diferentes significados para la Navidad. Queremos compartirte lo que sabemos: te presentamos a continuación de qué manera celebran la Navidad en algunos países. 

 

Inglaterra 

Desde principios del mes de diciembre, las calles y casas se decoran con muchos adornos, luces de colores y pinos. La celebración no ocurre el 24 de diciembre; más bien, se hacen los preparativos para el festejo del 25. Los niños dejan calcetines colgados en la sala o en alguna parte de la casa para que Santa Claus los llene de regalos. La Navidad se celebra entonces el 25, la familia hace un intercambio de regalos y, al finalizar de abrirlos, todos disfrutan de una comida. 

Posterior al 25, el 26 de diciembre, se celebra el Boxing Day, o en ocasiones también le llaman el segundo día de Navidad. En este día, es tradición dar cajas con donaciones a los necesitados (de ahí su nombre, puesto que en inglés “box” significa “caja”). Se considera un día nacional feriado.  

 

Francia 

En Francia, al igual que en muchos otros países, es muy común encontrar decoraciones navideñas luces coloridas, pinos y otros adornos llamativos. El festejo se hace la noche del 24. Aunque Francia se considera un país laico, muchas personas acuden a Misa del Gallo o Messe de Minuit, que se celebra por la tarde.  

La cena familiar es quizás la parte más importante de toda la tradición. Generalmente los platillos típicos franceses están presentes en la mesa, como el foie-gras o los escargots (caracoles). El plato principal puede variar entre pavo relleno o capón. Lo que nunca falta es el tradicional postre Bûche de Noël (o tronco navideño), que es una especie de pastel enrollado y cubierto de chocolate. 

Al finalizar la cena, los niños dejan su pantufla debajo del árbol antes de ir a dormir, y al día siguiente la encuentran llena de dulces. En Francia, es Papá Noel, Père Noël, el encargado de dejar los dulces y algunos regalos para los niños que se portaron bien durante todo el año. 

 

Italia 

En Italia se tiene el dicho siguiente: Natale con i tuoi, Pascua con chi vuoi, que podemos traducir como “Navidad con los tuyos, Pascuas con quien quieras”. Este dicho nos da una clara idea de cómo se celebra. A partir del 8 de diciembre, se comienzan a colocar las típicas decoraciones navideñas, que incluyen luces de colores, el pino (que normalmente es un pino natural) y el belén, que nosotros conocemos como “pesebre” o “nacimiento”, y consiste en una representación en miniatura del nacimiento de Jesús, según la religión cristiana.  

La noche del 24 de diciembre se lleva a cabo la cenone (gran cena). Por tradición, se reúne toda la familia a cenar y convivir. Es muy común que el plato principal de la cena sea pescado con verduras, aunque puede variar según la región. Lo importante es que haya comida abundante en la mesa y que esté toda la familia reunida. Como postre, suele comer panettone, un tipo de pan dulce con chocolate o fruta confitada. 

Babbo Natale es la versión italiana de Papá Noel, y es quien lleva regalos a los niños en la noche del 24 al 25 de diciembre, una vez que estos duermen. Hay una tradición similar a los Reyes Magos, llamada Befana. Cuentan el 6 de enero una mujer que reparte dulces y regalos a los niños que se han portado bien, pero si se han portado mal les deja simplemente un trozo de carbón. 

 

Portugal 

En Portugal seguramente encontraremos las mismas decoraciones que en Italia y otros países. El pino de Navidad nunca falta en las casas, adornado con esferas y luces coloridas. Junto al pino siempre hay un lugar para el pesebre. También es común ver pesebres de diferentes tamaños en iglesias e incluso en las calles.  

La cena navideña del 24 de diciembre es llamada Consoada en Portugal. El plato tradicional es el bacalao o pulpo hervido, aunque el pavo relleno también ha ganado popularidad en los últimos años. El postre de la cena de Navidad que nunca falta es el Bolo Rei, similar a la rosca de Reyes que conocemos.  

Posterior a la cena, las familias suelen acudir a la Missa do Galo, Misa del Gallo, que se celebra exactamente a la media noche. Al regresar a casa después de la misa, se coloca la imagen del niño Jesús en el pesebre y se intercambian regalos, ya sea en ese momento o en el transcurso del 25 de diciembre.  

 

Brasil 

La imagen de la Navidad en Brasil es un poco diferente. Mientras que la mayoría de los países celebra la Navidad en invierno (al igual que nosotros), en Brasil es pleno verano. Es muy común que durante la temporada navideña veamos mucha gente celebrando en la playa. Encontramos igualmente muchos pinos (en su mayoría artificiales) y decoraciones alusivas a la Navidad, junto con el belén, llamado presepio/manjedoura en portugués.  

Por tradición, la noche del 24 de diciembre se reúne la familia a cenar, y no sólo la familia inmediata, sino también tíos, primos, abuelos, etc. Es una cena familiar en grande. Anteriormente, los brasileños solían esperar hasta la media noche para cenar, pero en la actualidad muchos han optado por cenar antes. Entre los platos principales encontramos pavo asado y pierna de cerdo asada, y de postre es común comer el panettone italiano, o pavê, una especie de tiramisú brasileño.  

Después de cenar, suelen hacer un intercambio de regalos y de abrazos. En la madrugada del 25 de diciembre, se dice que Papá Noel va a Brasil a relajarse en sus playas, y como agradecimiento deja regalos a los niños. Lo más común es que lo representen con el típico traje rojo que todos conocemos, pero con bermudas en lugar de pantalones, y que lo veamos muy relajado bajo el sol, en medio de las olas.  

¿Qué opinas de la Navidad? ¿Tú como la celebras? ¡Déjanos saber en los comentarios!  

¡FELIZ NAVIDAD! 

Queso y vino: una tradición francesa

Cuando pensamos en la gastronomía francesa, hay dos elementos que nunca pueden faltar en la mesa: ¡el queso y el vino! Se trata de dos productos emblemáticos cuya preparación es todo un arte. Ambos productos pasan por procesos de elaboración y de maduración (o fermentación, si hablamos del vino) en sus respectivas cavas.  

En el caso del queso, la cantidad de bacterias agregadas en su preparación y el tiempo que se deja madurar determina la intensidad de su sabor, su consistencia e incluso su color, es por ello que existe una gran variedad de quesos. En cuanto al vino, la madurez del fruto y el tiempo que se deja fermentar contribuyen al resultado final. Ambos dependen de condiciones muy específicas para su elaboración: además de los ingredientes, se toma en cuenta la temperatura, la humedad, la exposición a la luz, etc.  

 

El queso 

Mientras que en México se consumen de 20 a 40 tipos de queso diferentes, siendo 14 de estos originarios de nuestro país (según el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial – IMPI), en Francia existen cerca de 400 tipos de queso propios del país. ¡Es por ello que se dice que los franceses podrían comer un queso diferente por día los 365 días del año! De entre los quesos más famosos franceses destacan el Reblochon, el Roquefort, el Camembert, el Comté, entre otros.  

Es tradición en Francia a la hora de comer, colocar un pequeño plato con diferentes tipos de queso, que sirven como entrada o para acompañar la comida. También se consumen en la hora del Apéro, o aperitivo. Es un momento del día, generalmente en las tardes, después de trabajar, en el que se reúne la familia o los amigos y degustan este tipo de bocadillos entre otros. Se coloca un plato o una tabla con quesos, acompañados de rebanadas de pan y carnes embutidas como pepperoni, jamón, etc.  

 

El vino 

El vino ha formado parte de la gastronomía francesa desde la época del imperio romano. Muchas de las técnicas utilizadas en la elaboración de vino en todo el mundo, incluso en México, tienen su origen en Francia. De las variedades de vino más famosas destacan Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Merlot, Sauvignon Blanc, Pinot Noir, entre otros. La AOC (Appellation d’origine contrôlée – Denominación Controlada de Origen) reconoce al menos 470 vinos diferentes de origen francés.  

En México tenemos la costumbre de acompañar los alimentos a la hora de la comida con agua de algún sabor. En Francia a la hora de la comida o durante la cena, se acostumbra consumir los alimentos con agua natural, para que el sabor de la comida se aprecie mejor, o bien con una copa de vino. 

 

 

Shichi-go-san

Por: Rut Prieto

Ya es otoño y en Japón se celebra como en cada año el festival shichi-go-san (七五三, que se traduce literalmente “siete-cinco-tres”) el 15 de noviembre. Los principales protagonistas de esta celebración son los niños de 3 y 5 años, y las niñas de 3 y 7 años (de ahí el nombre siete-cinco-tres), y son llevados a templos para agradecer el goce de buena salud y rezar porque siga siendo así durante su desarrollo.  

En el pasado, los niños eran susceptibles a una gran variedad de enfermedades en Japón y la tasa de mortalidad infantil era un problema serio, puesto que muchos no lograban llegar a la edad de 7 años. Durante el periodo Heian (794-1192), las familias nobles comenzaron a hacer estos rituales en los que acudían a templos sintoístas y rezaban por la salud de sus hijos: con los niños al cumplir 3 y 5 años, y con las niñas a los 3 y 7 años. Lo hicieron así bajo la creencia de que los números impares atraen buena suerte. Posteriormente las familias de samuráis se unieron a esta tradición y después el resto de la población.  

Durante el shichi-go-san, los niños portan por primera vez la vestimenta tradicional japonesa. A los tres años, las niñas son llevadas a los templos vistiendo hermosos kimonos atados con cordones, y al cumplir los 7 años, usan por primera vez el obi, que es una faja ancha de tela que se usa sobre el kimono. Esto se considera un ritual importante, llamado obitoki (帯解き), y antiguamente se consideraba que era el paso de las niñas a la edad adulta. 

En el caso de los niños, a partir de los tres años se les permite tener el cabello largo, puesto que acostumbran a dejarles el cabello muy corto antes de esa edad. A este ritual se le llama kamioki (髪置き). A los 5 años, los niños visten chaquetas haori y se les permite usar pantalones hakama, que son complemento de la vestimenta tradicional, para representar el paso de la niñez a la adultez. A este segundo ritual se le nombró hakamagi (袴着). De hecho, los niños varones pueden usar dos tipos de kimonos; el primero es el tradicional (que parece de samurái) y el segundo es más moderno. Desde luego, el significado en los rituales ha ido cambiando, pero el hábito de la vestimenta ha permanecido.  

Ciertamente la vestimenta tradicional japonesa tiene un precio un tanto elevado, debido a la complejidad de su elaboración. Es por ello que hay muchas empresas que permiten rentar estos atuendos tanto para los niños como para los adultos en este tipo de festividades. Incluso hay estudios de fotografía que ofrecen el paquete de la renta de la vestimenta junto con una sesión de fotos en los templos para las familias. Algunas personas han optado por esta opción, y el retrato familiar utilizando la vestimenta tradicional se ha convertido prácticamente en parte de la tradición.  

Otra parte de esta tradición es dar a los pequeños una bolsita colorida con chitoseame (千歳飴), que quiere decir “caramelo de mil años”. Se trata de unos palitos de dulce, cuya forma simboliza la longevidad. Los caramelos son blancos y rojos (colores alusivos a la suerte) y se considera que el número de caramelos que se debe dar a los niños debe corresponder con su edad. Por ejemplo, a un niño de tres años, se le dan tres caramelos.  

Si bien en Japón la salud en niños ya no es un problema, se ha conservado esta tradición durante siglos, siendo una alegre celebración que representa los deseos de los padres de que sus hijos vivan una vida larga, plena y feliz.  

Punky Night

Punky Night

Por: Tania Machorro

Punky Night ocurre en el último jueves de octubre. Es una tradición de Somerset, ubicada al sur de Inglaterra, aunque es casi seguro que esté relacionado con Halloween, ya que se pueden encontrar tradiciones similares en todo el oeste del país. 

Durante la Edad Media, hubo una ocasión en que todos los hombres de Hinton St. George, comunidad perteneciente a Somerset, fueron a una feria. Cuando no regresaron esa noche, las mujeres fueron a buscarlos alumbrándose con la luz de sus punkies. Punky es otro nombre que se le da a una calabaza que ha sido ahuecada y tiene una vela en su interior. 

A raíz de ello, se ha vuelto tradición que en esta noche, los niños del sur de Inglaterra tallen sus calabazas para crear Jack-o’-Lanterns (punkies). Las calles de Hinton St. George se iluminan con la luz de estas punkies. Una vez hechas, estos niños salen en grupos y marchan por las calles, visitando casas amigas y compitiendo contra grupos rivales que encuentran en el camino por ver quien tiene la mejor linterna.  

Actualmente en la Punky Night de Somerset, los niños locales continuan saliendo juntos, uniéndose en una procesión por las calles del pueblo, balanceando sus linternas caseras y yendo de casa en casa, cantando aún canciones tradicionales y, a veces, recibiendo algunos centavos en las puertas principales. 

It’s Punky Night, tonight, 

Give us a candle, give us a light. 

It’s Punky Night, tonight. 

It’s Punky Night, tonight, 

It’s Punky Night, tonight, 

Adam and Eve, wouldn’t believe 

It’s Punky Night, tonight. 

La Toussaint, una celebración a la francesa

La Toussaint, una celebración a la francesa

Por: Francisco Landa

Se acerca nuevamente unas de las celebraciones que nos hacen experimentar toda una serie de sensaciones y emociones, tanto en el ámbito social como en lo familiar y personal. Son esas celebraciones y conmemoraciones que se encuentran llenas de historia y que representan al mismo tiempo una de las tradiciones más coloridas, llamativas y famosas del mundo. Así es, me refiero al Día de Muertos y al Día de Todos Santos.  

El Día de Muertos en México es el resultado de una feliz coincidencia entre la religión católica y las culturas prehispánicas. Una tradición que, gracias a sus matices y originalidad, ha llamado la atención de todo el mundo. La realidad es que nadie da un trato tan distintivo hacia la muerte como lo hacemos los mexicanos. 

Ahora bien, solemos afirmar que las únicas dos fiestas que se dan a finales del mes de octubre y principios de noviembre siempre son “Halloween” y los respectivos días ya mencionados anteriormente y que cuentan con toda nuestra atención. Sin embargo, no es así en los países francófonos, especialmente en Francia.  

Pronto será 1º de Noviembre y en Francia se celebra la Toussaint, su equivalente en México corresponde al día de Todos los Santos (el 2 de noviembre, cabe aclarar y recordar). La pregunta ahora es: “¿Cómo se celebra o qué se hace en esta celebración/conmemoración?” A pesar de las múltiples repuestas que podemos encontrar, si se le pregunta a cualquier francés la respuesta es que se trata de un día triste, esto debido a que es en pleno otoño, hace frío y por supuesto, la relación de los franceses hacia la muerte es tradicionalista y también resulta un gran tabú. Es por eso por lo que las tradiciones mexicanas pueden resultar bastante inquietantes para ellos al no profundizar en el verdadero significado de los símbolos. Al ser día feriado, la mayoría de los comercios u oficinas están cerrados (aunque cada vez es más común que los grandes centros comerciales o supermercados abran sus puertas). 

Durante la «Toussaint», la gente recuerda a sus muertos, visita los cementerios y las tumbas de sus difuntos para limpiarlas y ornarlas con «chrysantèmes» (crisantemos). Pensar en los que ya se han ido es un acto muy íntimo y para la mayoría es fuente de nostalgia, dolor y tristeza. 

Tip de etiqueta francesa 

Nunca hay que regalar crisantemos porque es muy mal visto. Esa flor está asociada tradicionalmente con la muerte y en vez de quedar bien, se daría un gran «faux-pas» (paso en falso, o lo que es lo mismo, se “metería la pata”). 

Las vacaciones de la Toussaint 

Esta época del año trae consigo las «Vacances de la Toussaint» o vacaciones de la Fiesta de Todos los Santos. Los estudiantes retomaron la escuela en septiembre y tienen las primeras dos semanas de vacaciones del año escolar justo en esta temporada. 

Día de Muertos

Día de Muertos

Para los mexicanos, el Día de Muertos es una de las festividades más esperadas de todo el año y de las más hermosas que celebramos, la cual celebramos cada 1 y 2 de noviembre. En esta festividad, no se festeja la ausencia de quienes han partido, sino al contrario, la presencia viva y el retorno de sus almas a nuestros hogares, representados en los altares. 

El origen de esta tradición remonta a las culturas prehispánicas. En la antigüedad, los rituales formaban parte de la civilización y estaban presentes en todos los aspectos de la vida. Para los mexicas, era importante hacer una fiesta cuando alguien moría para guiar su alma al Mictlán, el lugar de descanso para las almas de los difuntos, colocando comida por si le daba hambre en el camino. En el Día de Muertos, las almas podrían regresar a la Tierra a degustar los platillos que sus familiares disponían para ellos.  

Con la llegada de los españoles y la religión cristiana, la celebración del Día de Muertos de las diferentes culturas (mexicas, mixtecas, zapotecas, totonacas, entre otras) fue trasladada al Día de Todos los Santos del calendario católico y al Día de los Fieles Difuntos, el 1 y 2 de noviembre respectivamente. Estas fechas coincidían con el final del ciclo agrícola del maíz, siendo éste el principal cultivo del país y agregando una razón más para celebrar.  

Es parte fundamental de la tradición colocar altares en los hogares y en espacios públicos. Los más elaborados suelen tener 7 pisos o escalones, pero es muy común en las casas y espacios reducidos encontrar altares de un solo piso (como una mesa). Éstos son decorados con manteles, papel picado de colores y la muy conocida flor de cempasúchil, representativa de esta época. Sobre los altares también se colocan las fotos de los allegados difuntos, veladoras y platillos como mole, tamales, pan de muerto, fruta, chocolate caliente, calaveras de azúcar y algunos de los platillos que más gustaban a los que han partido.  

Antiguamente, se hacía un camino con pétalos de cempasúchil desde el panteón hasta las casas para que los difuntos pudieran seguirlo; en la actualidad, el camino va de las entradas de las casas hasta el altar, o bien alrededor del altar simplemente. Como producto de la influencia de la religión católica, también se traza una cruz de pétalos de cempasúchil en el suelo o sobre el altar.  

El Día de Muertos se considera un día festivo nacional, por lo que se suspenden labores y actividades ese día y las familias generalmente se reúnen a limpiar las tumbas de sus difuntos en el panteón, convivir y comer juntos. Caracterizarse de catrín o catrina también es parte de la tradición. Esto consiste en maquillarse como si fuera una calavera y portar vestimentas tradicionales mexicanas, o bien, trajes elegantes y ostentosos. Es muy común en esta época presenciar exposiciones y concursos de altares y catrinas en escuelas y parques.  

Tal es el impacto de esta festividad no sólo en México sino en el mundo entero, que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró en 2008 esta festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, al ser una celebración que une el pasado y la tradición de los pueblos indígenas con la sociedad moderna, reforzando el capital cultural y la identidad nacional.  

Finalmente, se trata de una celebración del recuerdo que, si bien se festeja de diferente manera dependiendo de la región y del estado, encontraremos en todo el país, y de la cual todos nos sentimos muy orgullosos.