El verde más brillante que impregna una festividad ocurre cuando en todo el mundo las personas celebran el día de San Patricio, que se lleva a cabo el 17 de marzo de cada año. Esta festividad tiene su origen en el catolicismo y en el impacto que causó en Irlanda. En un principio se fijó solo para conmemorar a San Patricio, el santo patrón más importante del pueblo católico irlandés, para recordar la llegada del cristianismo al país, pero, felizmente, al poco tiempo todo se extendió para celebrar la herencia y cultura irlandesa.
El Día de San Patricio se celebra en muchos países donde las comunidades irlandesas se establecieron a través de la diáspora irlandesa (irlandeses y sus descendientes que viven en otro país). Esta celebración viajó a través del Océano Pacífico hacia nuestro continente junto con aquellos irlandeses que se estaban viendo obligados a abandonar su tierra natal en busca de una vida mejor. Si bien los irlandeses fueron unas de las personas más trabajadoras, su llegada a América no les recompensó como debería. Sufrieron la esclavitud y el racismo durante cientos de años, pero pronto lo superaron trabajando duro y sin dudar nunca de su fe.
Actualmente, esta festividad se ha alejado un poco de la religión, y se enfoca en resaltar los aspectos más importantes: como la cultura irlandesa, el país y su gente. Por la diáspora irlandesa y el impacto de otras culturas -principalmente la estadounidense-, hoy en día el Día de San Patricio se celebra con desfiles, festivales, reuniones sociales que consisten en bailar y tocar música folclórica gaélica en grandes espacios de reunión, y atuendos de color verde, todo animado por uno de los principales símbolos de esta festividad, el trébol.
El Día de San Patricio se celebra en todo el mundo, pero se celebra mucho en países como: Canadá, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Australia y Nueva Zelanda.