Adoro los peces. Hace algún tiempo, instalé un estanque en mi casa, con plantas, un calefactor y un filtro de agua, y adquirí dos peces koi. Observé su comportamiento algunos días y algo que me llamó la atención, es que siempre parecían querer nadar en contra de la corriente que generaba el filtro. ¿Por qué harían algo así? Esto se me hizo aún más curioso cuando escuché la leyenda del pez koi.
El pez koi es también conocido como carpa koi, o simplemente koi, y es originario de Japón y China, aunque en la actualidad vive en todo el mundo. Seguramente lo hemos visto en estanques y jardines de estilo oriental. Son peces de colores muy alegres (rojo, amarillo, naranja, plata entre otros) que llegan a medir de 50 a 90 centímetros y vivir hasta 65 años, en condiciones propicias. Pero ¿qué cuenta la leyenda sobre el pez koi?
Hay diferentes versiones de esta leyenda. Una de ellas cuenta que los peces nadaban en el Río Amarillo, en China. Todos nadaban en el sentido de la corriente, hasta que uno se propuso como objetivo nadar en sentido contrario y subir la cascada. Muchos otros aceptaron el desafío, pero era muy difícil, puesto que no sólo la cascada los empujaba hacia abajo sino también los demonios que la custodiaban. Sucedió así hasta que uno de ellos logró saltar un poco más y llegó a la cima. Los dioses, observando la perseverancia de este pez, decidieron convertirlo en dragón como recompensa por haber logrado su propósito. Desde entonces, se decía que el pez que lograra subir la cascada se convertiría en un dragón.
Hoy en día, se considera que estos peces atraen la prosperidad en los negocios y en la vida académica. También se consideran símbolo de perseverancia, puesto que se dice que el ascenso del koi a la cascada es equivalente a triunfar en la vida.