Por: Daniel Morales 

Por mucho tiempo hemos escuchado el rumor de que los británicos son “excesivamente” puntuales a la hora de hacer planes. Si estás de acuerdo con la palabra entre comillas, seguramente se debe al choque cultural que existe entre Reino Unido y el resto de Latinoamérica. Por su parte, los británicos podrían considerar que en México tenemos la costumbre de ser “excesivamente” flexibles con nuestros horarios, o al menos ésa sería la forma amable de referirse a nuestra puntualidad. 

Antes que nada, hagamos hincapié al término de puntualidad. El significado de puntualidad es el de tener la “cualidad de ser puntual”. A su vez, ser puntual significa realizar acciones en tiempo y forma como lo establece una o varias personas, o hasta una institución u organización. Este concepto varía según cada cultura en el mundo y por “variar” nos referimos a la diferencia entre cultura británica y cultura mexicana. 

Pongamos por ejemplo la puntualidad que se tiene al llegar a una celebración. Cuando somos invitados a una fiesta o reunión en México, la cultura determina que se debe llegar una hora después de lo establecido. Si llegamos a la hora acordada, nos daremos cuenta de que la fiesta no ha comenzado. Incluso existen los casos donde los anfitriones ni siquiera han empezado a prepararse para recibir a sus invitados. Por otra parte, en Reino Unido se espera que los invitados lleguen específicamente a la hora establecida, con excepción de los 15 minutos de tolerancia con los que algunos alegan llegar elegantemente tarde 

No hay que confundirse y pensar que esa puntualidad es inhumana. El truco de los británicos es llegar un poco antes de lo acordado y esperar. Lo anteriormente mencionado también sucede a la hora de participar en distintos tipos de eventos. Para citas con el médico, entrevistas de trabajo y demás es recomendable llegar con 5 minutos de anterioridad. Para conciertos, partidos y demás eventos artísticos y deportivos, se recomienda llegar con 30 minutos de anterioridad. El motivo de ello es para que la o las personas cuenten con algunos minutos para prepararse. Si se trata del primer caso, se puede leer un libro en lo que se es llamado al consultorio o a la oficina. En el segundo caso, se puede comprar alimentos y bebidas e irse formando para ingresar a lugar. En casos como los de llegar al hogar del anfitrión, es importante esperar un poco en la entrada hasta que sea el momento de ir a tocar el timbre. 

Todo esto es posible gracias a que no sólo somos nosotros los que llegamos puntuales, sino a que los eventos y reuniones son programados para iniciar a la hora establecida. De la misma forma, en México, un concierto o partido suele comenzar hasta una hora después de lo que se anuncia. En otras palabras, nuestra cultura nos moldea y nosotros moldeamos a nuestra cultura. Cabe mencionar que es tan importante el no llegar tarde como tampoco el llegar demasiado temprano, ya que puede ser considerado grosero. El hecho de esperar unos minutos en la entrada es tan cordial para los anfitriones como lo es llamar para avisar sobre una tardanza y disculparse al momento de llegar. 

Todo este concepto de “puntualidad británica”, sin duda alguna, es totalmente distinto al que nosotros conocemos en nuestro país. Por eso mismo es fundamental informarse bien sobre las costumbres del país o continente que visitamos. No es recomendable llegar una hora tarde a una reunión y hacer el chiste sobre llegar “mexicana-elegantemente tarde”.